En estos últimos años, la demanda energética y la dependencia de esta ha despertado interés en el desarrollo de tecnologías nuevas para cubrir nuevas necesidades. El hidrógeno verde es un claro ejemplo de ello.
El hidrógeno verde se produce mediante electrólisis del agua, un proceso que utiliza electricidad generada a partir de fuentes renovables como la solar y la eólica. Este método no emite gases de efecto invernadero, lo que convierte al hidrógeno verde en una opción de energía limpia.
¿Porqué es fundamental para este desafío? Hay diversos motivos por los cuales el hidrógeno verde tiene la respuesta: Descarbonización de la industria pesada: Sectores como el acero, el cemento y la química, difíciles de electrificar y responsables de emisiones significativas, pueden utilizar hidrógeno verde como materia prima o fuente de calor, reduciendo su huella de carbono. El almacenamiento de energía: el hidrógeno es capaz de almacenarse y transportarse, lo que permite solucionar uno de los problemas fundamentales de las energías renovables: su intermitencia. Además, el hidrógeno verde facilita mucho el transporte, sobre todo donde la electrificación es compleja.
En cuanto a su relación con la energía solar, la cual es abundante pero intermitente, en su momento más álgido de radiación solar, genera una gran cantidad de electricidad que puede usarse para producir hidrógeno verde. Además. El hidrógeno puede ir generando electricidad durante la noche y en días nublados y así asegurar un consumo continuo de energía.
La energía eólica, a parte de ser intermitente, puede variar considerablemente. Durante los periodos de gran producción, la electricidad excedente puede ser dirigida a plantas de electrosis. Haciendo eso, aprovechas esa energía para generar un gas libre de fósiles. Además de su versatilidad, el hidrógeno verde ofrece muchs ventajas para los parques eólicos marinos. Estos parques generan un exceso de energía durante la noche. Utilizando instalaciones de hidrógeno verde, se puede usar productivamente, resolviendo problemas de reducción. Y no solo eso, el hidrógeno verde transporta fácilmente a la costa desde los parques a través de barcos o tuberías, reduciendo el coste de transmisión.
La integración del hidrógeno verde con otras energías renovables es una estrategia esencial para alcanzar un futuro energético deseado. Su capacidad para almacenar y distribuir energía de manera eficiente lo convierte en un componente clave. Al combinar energías solares y eólicas con la producción de hidrógeno verde, podemos crear sistemas energéticos más resilientes y sostenibles, avanzando hacia una economía global de cero emisiones.
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