Actualmente, los nuevos consumidores compran aquello que necesitan, miran las etiquetas de los productos y se informan por el origen y la composición. Más allá del reciclaje, la tendencia gira en torno a la economía circular, es decir, un cambio en la forma de producir y consumir para dar más vidas a los productos.
Los millennials son quienes están marcando el cambio en la forma en la que se consume, pues se trata de un grupo de población que, a diferencia de las generaciones mayores incluyen factores como la responsabilidad social y ambiental de las empresas como elementos decisivos en el momento de decantarse por una marca o producto. Además, influyen en otros grupos de edad para que cambien su comportamiento de compra.
Como vivimos en un mundo cada vez más conectado, la conciencia de los consumidores sobre que, como y donde consumimos va en aumento. Esta conciencia no solo está relacionada con reciclar o reducir el uso de plásticos, sino que, por ejemplo, también reducen el número de vuelos que toman y apuestan por marcas sostenibles y responsables desde el punto de vista medioambiental.
Esta preocupación por el medioambiente, también se lleva al terreno empresarial. Según un estudio de Morgan Stanley, el 86% de los millennials se muestra interesado en inversiones relacionadas con los negocios sostenibles. Es por ello, que son muchas las empresas y negocios que desarrollan nuevas estrategias para hacer más sostenibles sus productos y servicios.
A medida que la crisis climática sigue afectando nuestras vidas, la conciencia de la necesidad de actuar de forma sostenible crece entre los consumidores de todas las edades, aunque a ritmos diferentes. Se considera, que esta generación es la más comprometida a nivel sostenibilidad, liderando esta tendencia y marcando un nuevo y particular perfil tanto de consumidor como de inversor.