Cuando hablamos de optimizar la producción de energía solar y eólica nos referimos a la implementación de diversas estrategias para aumentar la eficiencia y el rendimiento de los sistemas.
Estas dos fuentes de energías renovables están llamadas a desempeñar un papel fundamental en la transición hacia sistemas energéticos descarbonizados para frenar el cambio climático.
Para complementar la eólica y la solar, investigadores de la Universidad de Murcia y de la Plataforma Temática Interdisciplinar (PTI) Clima y Servicios Climáticos, han elaborado una herramienta de código abierto llamada CLIMAX. Este modelo trata de identificar aquellas regiones donde las energías solar y eólica puedas ser aprovechadas al máximo desde una perspectiva conjunta. Según los investigadores. Reduciría hasta un 60% las anomalías mensuales de la producción total de electricidad de estos dos recursos.
¿Qué sugerencias podemos tener en cuenta para optimizar la producción de energía solar y eólica?
- Elegir lugares con alta radiación solar o vientos contantes para aumentar el rendimiento de los paneles solares y los aerogeneradores, realizando previamente estudios de viabilidad.
- Llevar a cabo un mantenimiento periódico de los sistemas solares y eólicos para garantizar su correcto funcionamiento.
- Utilizar equipos y tecnologías eficientes y de alta calidad. Cuando más avanzados sean, tendrán mayor eficiencia y generaran más energía.
- Implementación de sistemas de almacenamiento de energía como baterías para capturar y almacenar el exceso de energía generada.
Tanto la energía eólica como la solar, han experimentado un significativo avance en los últimos años, tanto en términos de capacidad instalada como en tecnología y eficiencia.
- Según los datos de la Global Wind Energy Council (GWEC) a finales de 2020, la capacidad eólica instalada a nivel mundial alcanzó los 743 (GW).
- Según la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA) a finales de 2020, la capacidad solar fotovoltaica instalada en todo el mundo superó los 713 GW.
Los avances en la energía eólica y solar han contribuido a su rápida adopción y han posicionado a estas fuentes de energía renovables como pilares fundamentales en la transición hacia un sistema energético más sostenible y libre de emisiones de carbono.
