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La Inteligencia Artificial (IA) se ha convertido en la tecnología del momento y aunque en la actualidad se están invirtiendo y desarrollando aplicaciones para aprovechar todo el potencial de la IA, no todo es positivo.

inteligencia artificial

La cantidad de energía que consume la IA puede variar significativamente según varios factores como el tamaño del modelo, la complejidad de las tareas que realiza y la eficiencia de los algoritmos y hardware utilizados. La energía utilizada por estos sistemas puede provenir de fuentes renovables y no renovables, dependiendo de la infraestructura energética del proveedor o del usuario.

Algunos modelos de Inteligencia Artificial como por ejemplo el GPT-3, han sido criticados por su elevado consumo energético durante su entrenamiento. Es por ello porque lo que cada día se va trabando para mejorar la eficiencia energética de estos sistemas desarrollando hardwares especializados, algoritmos más eficientes y prácticas más sostenibles.

Por otro lado, el impacto de la IA en el medio ambiente ¿A qué se debe?

  • El entrenamiento de modelos de IA puede ser intensivo en términos de recursos computacionales y, por ende, de energía. Si esta electricidad proviene de fuentes no renovables puede contribuir a las emisiones de gases de efecto invernadero y al cambio climático.
  • Los centros de datos que alojan sistemas de IA pueden requerir de sistemas de refrigeración y ventilación adicionales para mantener la temperatura adecuada lo que contribuye al consumo de energía.
  • Muchas empresas y centros de datos hacen esfuerzos para utilizar energías renovables en sus operaciones y mitigar el impacto ambiental. La transición hacia fuentes de energía más limpias es un paso importante para reducir la huella de carbono asociada con la IA.

Aunque también hay que tener en cuenta que no todo es negativo ya que la IA tiene muy buenas aplicaciones en la ingeniería medioambiental:

  • Pueden predecir con antelación fallos en los equipos. Por ejemplo, en el caso de las turbinas eólicas, la IA predice cuando los componentes necesitan mantenimiento o sustitución.
  • Ayuda a optimizar el uso de la energía en edificios e instalaciones, reduciendo el consumo de energía y disminuyendo la emisión de carbono.
  • La IA puede controlar la calidad del agua, predecir la demanda de agua e identificar fugas en el sistema de abastecimiento.

La Inteligencia Artificial y la sostenibilidad son dos conceptos que pueden vincularse para resolver los grandes problemas de la naturaleza. La industria ya está trabajando para hacer que la IA sea más sostenible y minimizar su impacto ambiental.


Conoce más sobre energía y medio ambiente en la sección de noticas de Univergy Solar.